Separar el arte del artista

 EN CONTRA DEL HOMBRE.

Cuando veo a personas que creen que todo lo que es una persona le define también sus acciones, creo que no han vivido lo suficiente como para poder establecer y conocer lo que realmente define a una persona, y separar, también, lo que define sus acciones. 

Esto es lo mismo con otro tipo de actividades, bien sea el arte, la ciencia, la comunicación y la sociabilidad. Se encuentra en cada simple aspecto de todo ser sapiente, que por el momento del único que se tiene conocimiento y consciencia de su existencia es el hombre. 

Así, entonces, la música, al ser un arte, parte de la lista previa, se tiene que separar de la persona. Esto es base de todo lo que es la llamada falacia ad hominem. Falacia consistente en creer que un argumento es válido por apelar a la invalidez, pero no limitado a, de un argumento porque la persona que lo dice posee un rasgo específico que supuestamente lo exonera, invalida o veta de la posibilidad de tener razón o ser tomado como válido sin entrar a analizar el argumento como tal.

Esto hace que, de igual manera, los que hagan de esta falacia una rutina argumentativa diaria sean persona que no conocen realmente el valor del conocimiento audaz y austero de las cosas y las cogniciones múltiples presentes en el mundo. Si existe la razón, es para ser usada, no para ser desperdiciada en prototipos prejuzgativos a cualquier tipo de apelativo categórico. Entonces, pues, hace que para las personas que no saben argumentar, o no se abren mentalmente a otro tipo de pensamiento que no es el suyo, hagan de sus argumentos falaces, y a pesar de eso, su persona, ser, sustancia, no es falaz. 

No obstante, si existe una persona que actúa y vive falaz, mas que igual es falaz, todo su ser, en conjunto, idealmente y antropológicamente (en el sentido de referirse a un tipo de persona en específico cuando se trata de ella, o estudia), es falaz.

Si no se presenta caso tal de que una persona es absolutamente falaz per se, entonces no se puede tomar por inválido alguna de sus acciones porque su persona no sea apta, o se por inválida la persona porque sus acciones le minusvaloran. 

Por ende, no se puede establecer como cierto que alguien hable de arte si habla del artista como parte sustancial e inseparable de ella, más allá del crédito, si eso servirá para subestimar al artista. Y no solo limitado al arte (véase la lista nombrada en el párrafo #2). 

Eso, sumado al hecho de que toneladas de personas lo toman por hecho invariable, equívocamente, hace que no se vea realmente lo que es el arte, y si el artista hace parte de ella más allá del crédito que obviamente amerita. 

ACCIONES PERSONALMENTE AJENAS: SEPARE EL ARTE DEL ARTISTA.

Haré que se entienda de mejor manera para que un lector mortal cualquiera lo puede entender: Debe usted separar, naturalmente, el arte del artista. Para que la gente sepa lo que es el hombre y lo que es capaz, o lo que es ser alguien, tiene que dividir su ser, su sustancia, su acción, su consecuencia, pero, sobre todo, su aspiración. No definiré qué es el arte, porque eso respecta a su propia investigación, o de haberla hecho ya, su definición/concepto de la misma. 

Lo que hace al hombre no es lo que hace, sino lo que quiere. Si hace lo que quiere, entonces sepa que, si hace queriendo, (el hombre) es lo que hace. Mientras no, el hombre NO es lo que hace. De esta misma manera, el artista no es su arte, a menos que su arte sea el reflejo de sí mismo con intención personal y esperada; solo entonces el arte será parte del artista, y el artista será su arte. 

Insisto: Separe el arte del artista. Solo así sabrá que una persona es diferente si la ve desde la perspectiva natural de sus acciones, voluntuosas, y no desde su labor, o actividad influenciada por externos, sus Hechos Impersonales. En otras palabras: El artista no es su arte, a no ser que su arte sea él. 

Paradigma:

Hay un artista que compone sobre cosas completamente religiosas, siguiendo las reglas al pié de letra de la Iglesia católica, pero entre su círculo más cercano, él no es religioso. ¿Es hipócrita por componer música religiosa sin ser religioso? No. 

Separe el arte del artista. Es una persona arreligiosa, específicamente apateísta (persona cuya devoción divina es nula, pero no en el sentido de negar a Dios, sino de hacer de este algo sin importancia), que compone música para una institución altamente religiosa.

Paradigma II:

Un dibujante hace de sus dibujos algo popular, especialmente porque su contenido es erótico. Las personas le ven como una persona pervertida, pero él lo hace porque ve en este tipo de contenido algo especial, y sabe que es llamativo para las personas, pero al momento de la verdad, él es un tipo completamente casto, y no suele llevar a cabo actos sexuales. Respeta mucho a las mujeres, como a los hombres, e incluso ha sido parte de campañas en contra del abuso sexual.

El artista no es su arte, a no ser que su arte sea él. 

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