Breve introducción al importantismo existencial.

 ¿No se ha preguntado en algún momento de su vida sobre su existencia? ¿Acaso usted no ha planteado su plano astral como algo que fuere a ser importante para otro ente más allá del cosmos; ¿la relevancia de su existencia para un más allá, un ser perfecto? ¿Es acaso cierto o no que somos los únicos que estamos aquí?

Yo le plantearía una cosa. Piense en su existencia como una manera recíproca de ser las cosas. Si existe, es porque se da su importancia, y si no, es porque tampoco lo es su importancia. Es un retruécano que lo citaría incontables veces, y que resumiría en pocas palabras lo que le trato de explicar: Si existe, es porque importa, y si importa, es porque existe. 

Ahora, plantee un más allá. Un universo inexplorado, del cual seguramente ningún ente humano será capaz de explorar nunca. Navegar por esos territorios enigmáticos será inconcebible para cualquier ente con dos manos, dos ojos y un cerebro limitado. Aunque nos pongamos a plantear que el cerebro tiene rincones todavía no explorados por el propio hombre, su mortalidad es cierta tal que así, su límite es igual de cierto. 

Ese más allá, mírelo con curiosidad; como si en algún momento usted lo quisiera encontrar y navegar sin fin alguno. No hay pierde en curiosear cada rincón de ese más allá no explorado. Ahora, dígame, ¿ese más allá importa? Es decir, ¿el más allá del cual le estoy hablando, del cual no es factible hallar una posible entrada, ni tampoco una estadía, es importante? Solamente me puede dar dos respuestas concretas, sin irse por las ramas e intentar explicarme conceptos que no le he dado. Solamente puede decirme que lo es o que no lo es. Principio de identidad y de tercera excluida.

Si me dijera que sí, entonces para usted ese más allá existe, ¿pero a ese más allá le importa usted? ¿Es usted importante para ese más allá? 

Si me dijera que no, entonces para usted ese más allá no existe, ¿pero a ese más allá se le puede encontrar algún tipo de valor que compruebe su existencia? ¿Es plausible creer que exista, aunque no le importe? 

Resolvamos las interrogantes que yo mismo le planteé. 1. ¿Pero a ese más allá le importa usted? Supongamos que sí. Así, significaría que ustedes existen mutuamente. Son existentes ambos, y el uno para el otro, como el otro para el uno. De esa manera, sería descabellado, desde su perspectiva, decir que no existen, y sería contraproductivo argumentar que no es así. Tan solo el hecho de importar los hace existir. 

Supongamos que no. De esa manera, solamente usted le está dando existencia; ergo importancia, a algo que usted no existe para aquello. Entonces esto significaría que para el más allá usted no es importante, por ende, no existe, pero ya que usted le está dando importancia a algo el cual no le da importancia a usted, sería cuestionable mencionar la existencia de ambos. Tanto la suya, palpable, como la del otro, trascendente. 

Usted no podría existir, de alguna manera, si dice testificar la existencia de algo no palpable, pues para usted importa, pero quizás a quien usted le de importancia no importe usted. Si no importa, no existe. Si importa, existe. Recuerde el principio de no contradicción. 

2. ¿Pero a ese más allá se le puede encontrar algún tipo de valor que compruebe su existencia? Sabemos que usted le está atribuyendo existencia, porque para usted importa, pero es interrogante saber si el otro ente, mismo al cual usted está dando importancia, le da importancia a usted o no. Para saber, entonces, si hay valores plausibles que comprueben la existencia, por ende, importancia, de un más allá desconocido, debemos tener en cuenta 3 aforismos algorítmicos:

    1. SE PUEDE DEMOSTRAR QUE IMPORTO. Demuestre que el más allá le está dando a usted importancia de manera factible sin cabida a error para que, por ende, a quien usted esté dando importancia realmente exista, al igual su propia existencia. De lo contrario, a quien usted está dando importancia puede no existir, como puede que sí (al igual que usted, por estar implicado).

    2. SE PUEDE DIFERIR EL MÁS ALLÁ DE LO INEXISTENTE. Si pudo demostrar lo contrario, demuestre ahora esto. Si no pudo demostrar lo contrario, entonces intente demostrar esto. Demuestre, entonces, que el más allá puede llegar a existir porque se distingue de lo inexistente. Lo inexistente posee X valor que usted justificará, y se diferencia del más allá por Y razón. Por ende, el más allá tiene cierto grado de existencia al diferenciarse de lo inexistente, ya que no puede existir y existir al mismo tiempo y en el mismo sentido

    3.  LOS GRADOS DE EXISTENCIA SE PRESENTAN POR EL TIEMPO. Si no pudo demostrar ambas cosas anteriores, intente demostrar esto. Si pudo demostrar ambas cosas anteriores, también demuestre esto. Si pudo demostrar una de las cosas anteriores, intente demostrar también esto. Haga efectivo el argumento de que la existencia del más allá es mínimamente plausible por el hecho de que se manifiesta su existencia en los grados temporales en un espacio del cual usted únicamente será testigo. Así, siendo testigo que la existencia del más allá, también podrá testificar, por consecuencia, la importancia suya que figura para el más allá. Podrá demostrar la existencia del más allá, pero no la suya, pues al estar implicado en una demostración de importancia-existencia de la cual pudo demostrar que existe el más allá, pero no su entidad, entonces existirá el más allá, pero no usted. 

Si para el más allá usted no importa, pero para usted importa el más allá, solo existe el más allá y, por consecuencia, usted no. Tanto el tiempo en el que se presente el enigma de la existencia del más allá, y nuestra importancia para aquel, nunca sabremos si importa y si existimos. 

PARTE I.

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