Acerca de la muerte en el importantismo existencial.
Pues por la muerte dejan de existir todos los seres que tuvieran o tengan vida, racionalicen o no. Sabiendo que por más que un ente se haya ido de la vida, del mundo de los vivos, sigue existiendo en la memoria y en los recuerdos pasados de todo ser que siga en el mundo de los vivos. Igualmente, ¿es el mundo de los vivos el único que emana la existencia de un ente racional? ¿Por qué el mundo de los muertos no emanaría, igualmente la existencia de cualquier ente racional, así como lo hace el mundo de los vivos? ¿Son el mundo de los muertos y de los vivos los únicos mundos cosmológicos metafísicos existentes?
Si bien el mundo de los muertos y el de los vivos son los únicos dos mundos de los que tenemos conocimiento, puede que no sean los únicos, así como puede que sí. Mientras no se pueda demostrar lo susodicho o su contrario, no sabremos la solución a esta incógnita. Pero la cuestión no es tanto esa, por el momento. La cuestión es más bien demostrar que la existencia no está medida dentro de aquel rango, el rango de la vida. Por más viva y sintiente que sea una persona, eso no la hace existir, y por más muerta e inconsciente que sea una persona, eso no la hace inexistir. Recurrimos nuevamente al importantismo existencial. Mientras importe, estoy existiendo. Importar es una consecuencia de existir, y existir es una consecuencia de importar.
Mientras haya aquellos a los cuales una vida o una muerte siga importando en el subconsciente, como en el consciente, la vida o la muerte del ente seguirá importando, por ende seguirá existiendo. Esto, por ende, hace que aunque una persona haya muerto, sigue existiendo. En el momento que alguien deje de importar, por todos, dejará de existir.
Esencialmente, a todo aquello que, tenga o haya tenido raciocinio, muera y siga importando en consciencia y en sentimiento, sigue existiendo.
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