Apología de mi Razón

 Ἀπολογία τῆς λογικῆς μου.

En la etimología, se puede apreciar que hay ciertas explicaciones para entender porqué las palabras se pronuncian como ahora se pronuncia. De hecho, muchas de las palabras que provienen del griego clásico y terminaron pronunciándose de otra manera en lenguas romances, o lenguas germánicas, se debe principalmente a su paso por el latín y el latín vulgar. Gracias a estas explicaciones es que se puede entender cómo de οἶκος se pasó a eco, y por ende 'ecología' y 'economía'. 

Y es que, para entender cómo los fonemas de omicron iota pasaron a ser una simple e en lenguas vernáculas, hay que pasar por el latín vulgar, y el latín eclesiástico. Sucede que esta palabra pasó al latín como oecos, tal como en otros casos pasó al latín palabras con alfa iota como ae, y teniendo en cuenta que este diptongo eventualmente se empezó a pronunciar como una e de larga duración, entonces terminaría siendo ecos; de ahí que se pronuncie 'economía' y no 'oeconomía' ni 'oiconomía'. Sin embargo, obviamente en el latín clásico sí se pronuncia 'oeconomia'. 

Lo mismo sucede con enciclopedia, que antes era escrito en latín como ENCICLOPAEDIA, y en griego como ἘΝΚΙΚΛΟΠΑΙΔΕΊΑ (y ahí se puede notar que, en efecto, el dígrafo epsilon iota es /i:/ y no /ei/). En latín eclesiástico se empezaría a escribir ENCICLOPÆDIA, pronunciado como 'enchiclopedia'. Por eso, actualmente, en español es 'enciclopedia'. 


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