La pronunciación de estas letras en el griego antiguo realmente no es como refleja el griego bizantino o el griego moderno, en donde sus pronunciaciones están realmente variadas a la que solía ser la pronunciación en el griego clásico. De hecho, hay bastantes argumentos demostrativos que justifican que el griego clásico, o antiguo, tenía un sonido diferente para phi, chi y theta. Uno de ellos es la evidencia escrita de la pronunciación de estas letras, donde la crasis de algunas palabras aspiradas indica que, muy probablemente, phi, chi y theta no eran correspondientemente f, j o z, sino una p aspirada, una k aspirada y una t aspirada.
A diferencia de como se podría esperar en el griego moderno, los sonidos de hecho son bastante diferentes. Por herencia de algún tipo de palatalización, o confusión en la aspiración de las letras phi, chi y theta, terminaron sonando a como suenan hoy en el griego moderno, y en el latín, pasó phi a sonar como una f porque los latinos no tenían ni este ni los dos sonidos restantes. Esto terminó generando que, actualmente, los hispanos (y los angloparlantes) pronunciemos filosofía en lugar de pilosopía.
Sonido respectivo en latín.
Por si resta alguna confusión, se va a esclarecer lo que sucedería en el caso del latín para estas letras griegas.
Estas letras griegas están latinizadas con una h, que casi siempre indica una aspiración. Es por eso que cuando se quiere representar la letra griega ῥ, se escribe en letras latinas como rh. Esto es porque la letra tiene el espíritu áspero encima de sí misma. Lo mismo sucede en el caso de las tres letras griegas en cuestión (φ, θ, χ).
Entonces, para la correcta pronunciación, que de hecho es defendida por varios filólogos, de estas letras griegas en latín es la misma que en el mismísimo griego: Aspirar esas letras.
Esa aspiración es bastante sencilla, aunque requiere práctica para tener profesionalidad en su pronunciación, en especial si una persona no tiene alguna relación directa con estos sonidos. Es decir, si su lengua no distingue entre consonantes sordas y sordas aspiradas.
En otras palabras, es agregar un sonido similar al de la H latina (una aspiración) después de pronunciar la P, la T o la K (C). Hace sentido, ¿no? Ph, th, ch... Phi, theta, chi...
En ese caso, todas las palabras que tradicionalmente conocemos del griego y se pronuncian con F realmente no se pronuncian con F, porque este sonido no existía realmente en griego antiguo. Se pronunciarían, pues, con una phi (p aspirada). Pilosopía, pilología, pobia, etc... Solamente que por razones de evolución lingüística, varios latinos que tuvieron contacto con grecoparlantes empezaron a pronunciar Phi como si fuera una F, quedando influenciadas todas las palabras griegas de por vida: Filosofía, filología, fobia.
Claro está que todavía hay muchos filólogos que utilizan y defienden la pronunciación como F de Phi, y no está mal. Tradicionalmente ha sido convencional utilizar este sonido (tal como también se defiende que el diptongo epsilon iota sea pronunciado ei, y no /i:/). Esto no quiere decir que sea correcto y preciso, pero está bien. Parecerá contradictorio, pero tiene una razón.
Aunque no sea correcto, esto quiere decir que no es preciso utilizar estas pronunciaciones y defenderlas como la pronunciación correcta del griego antiguo. Está bien utilizarla porque es convencional y durante siglos ha sido utilizado este sistema, pero nuevamente, no es correcto. Correcto es el otro sistema, en donde el diptongo ει es /i:/, y las letras griegas phi, theta y chi son /pʰ/, /tʰ/ y /kʰ/.
De este tipo de entradas seguiré haciendo siempre que lo vea justo y necesario para poder explicar temas más relacionados con la filología. Puede que posteriormente vuelvan algunas entradas filosóficas o de opinión, y de vez en cuando haga algunas entradas de cierta forma diferente sobre algún otro tópico que a mí me interese. Por mientras, realmente estoy bastante enfocado en continuar con esta serie de filología donde justifico la pronunciación. Temas sobre gramática y vocabulario no abarcaré, porque para eso ya tiene que estar la persona verdaderamente involucrada e interesada en los temas de filología clásica, y puede que si llego a hacer contenido como ese, llegue a aburrir. Para eso, invito a cualquier persona que realmente está interesada en la filología clásica, que investigue en otras fuentes más sobre el tema, y profundice, sin temor a adaptar su propia pronunciación latina y griega según sus objetivos. Lo que yo aquí menciono y defiendo es mi manera de verlo, y mi forma de utilizar las pronunciaciones griega y latina, que no todos toman y practican.
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