Breve escrito sobre la incertidumbre

Es una sensación que nos suele invadir de múltiples formas, y estamos en ocasiones condicionados por ella. Es una sensación que nace, muchas veces, de una creencia. Así, entonces, me gustaría explicar que también es una de las razones por las cuales nuestro actuar está determinado por esta sensación que aunque no se puede determinar como buena o mala de manera tan simple, ya que todas las sensaciones y emociones son válidas, sinceramente siendo que es más negativa que positiva. Lo que ha provocado mayor cantidad de personas caer en crisis de ansiedad, es eso. La incertidumbre

Muchas de nuestras preocupaciones tienen su nido en la incertidumbre. Podemos ver fácilmente que varias de las cosas que nos preocupan, cosas mayores como relaciones con personas o el desarrollo de algún proyecto, por poner algunos ejemplos generalizados que la mayoría de las personas van a sentir en algún momento de sus vidas, se basan en que no sabemos una o varias cosas que las componen. No sabemos si nuestro compañero o compañera amoroso/a está realmente comprometida con nosotros, y entonces nos sometemos a una espiral de preocupaciones y pensamientos tratando de dar solución a algo que desde un principio no sabemos si realmente es cierto; incertidumbre.

Me atrevo a decir que muchas de las cosas que nos generan incertidumbre, que es la causa de la mayoría de las preocupaciones y ansiedades (con lo cual me identifico sentir últimamente), vienen de su raíz: Una creencia. Las creencias muchas veces nos llevan a comportarnos de x o y forma, y estas formas provocan que cuando algo se sale de serie de estas creencias es un imprevisto, que no sabemos controlar y no tenemos su solución. Por ende, no tenemos certeza. De nuevo, incertidumbre.

Podría dar el ejemplo de aquel que cree que todas las cosas tienen que sentirse lo suficiente bien para que estén realmente bien. Cuando algo se sale de serie, por ejemplo tiene un resfriado, es porque todo en su vida va a tomar un giro negativo, es ahí cuando tiene la incertidumbre de si eso va a pasar. Lo difícil es que las creencias están muy en el interior de nuestra forma de ser, de nuestro espíritu, entonces es muy complicado eliminarlas, ya que fueron formadas desde nuestra tierna infancia. 

De todas formas no todo está condicionado por nuestras creencias. Al nosotros ser los únicos responsables de nuestra vida y vivir nuestra vida, podemos modificar, de una forma u otra, nuestras creencias. Si todo está realmente bajo control, y lo único que nos preocupa es la ficción de nuestra mente, entonces nuestra mente no tiene una razón concreta y fundamentada para preocuparnos. Así, podemos, en ese estado, modificar nuestras creencias:

1. Exponiéndonos a la fuente de la incertidumbre.
2. Dictarnos a nosotros mismos lecciones o discursos que modifiquen nuestra forma de pensar. Puede ser escrito, pero tiene que ser algo personal.
3. Aplicar lo aprendido o entendido de todo lo que vamos experimentando, y esto con frecuencia.

Tenemos que exponernos a un cambio metódico para que sea efectivo cambiar nuestras creencias y olvidar nuestras incertidumbres, o por lo menos dejarlas en un segundo plano. 

Un consejo es saber que el hecho de que haya pasado una cosa de manera inesperada y espontánea, sin que esto nos genere sorpresa y sentimiento de aprendizaje o algo parecido, sino algo negativo, como que esto no se esperaría que debería ser así, no significa que, pues por esa misma sensación, sea cierto su carácter maléfico o negativo. No te preocuparía ver que las arenas son negras y los atardeceres más azules en una región del mundo, ¿entonces por qué sí te preocuparía que lo que llevabas planeando por bastante tiempo se demore más en dar resultados? Ambas son cosas que nos toman por sorpresa, pero una cosa la queremos controlar, y la otra sencillamente la vivimos, la disfrutamos. He ahí la diferencia.

Con el desarrollo de esa idea entonces queda en evidencia que debemos tomarnos la vida y nuestras creencias con menos proactividad, en especial si se trata de algo que se sale de nuestras manos y aún así queremos controlarlo. Es la porfía de la raza humana por pensar que si tuvo el control hasta cierto punto, lo va a tener para todos los momentos. Hay momentos en donde vuela. Hay cosas en la vida que no se pueden cambiar. Sí, hay momentos donde sencillamente vuela y se deja ver en el aire sin que las manos de alguien pueda agarrarlo, esto metafóricamente, claro. 

A propósito de lo que dije anteriormente, me gustaría anexar el enlace a una canción que me parece apropiada para las palabras que estoy empleando. Puede que no sirva del todo para el tema que estoy explorando, pero se puede tomar de manera figurada: https://youtu.be/pv2UbiwtRNM?si=sRne5wKUUSRbWQgI

Si seguimos alimentando la incertidumbre basándonos en nuestra creencia, entonces es difícil, o en ocasiones imposible, salir del círculo vicioso en el que nos tiene metido la acción interior de seguir agarrado a la incertidumbre, base de una creencia, y los estímulos del entorno. 

Es, entonces, una sugerencia que se deba modificar de manera que sean más tranquilas nuestras creencias. Las nubes no se pueden tocar por ninguna persona de a pie, y uno siendo uno de ellos, ¿entonces por qué quisiera tocar otras nubes que no son las del cielo, sino las de las situaciones de la vida? No se puede controlar, y ya es así. En algunas cosas sí tenemos el control, pero es hasta cierto punto. No todo lo podemos controlar, y no todo el tiempo. 

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