Un problema acerca de traducciones al griego

 Un día, mientras pensaba acerca de cómo podría ser posible traducir nuestros textos escritos en lenguas modernas, como el inglés, el español, el francés, el ruso, el chino e incluso el hindi, que ya recogen mucho del léxico de las lenguas clásicas o patronímicas que les preceden (en el caso del inglés, francés y español, el latín y el griego), a las lenguas clásicas como el latín y el griego, llegué a una duda bastante importante, que intenté explorar de las mejores formas, y casi considerar que llegué a una especie de solución temporal para este problema, o, si no, una solución definitiva.

Si en el idioma español utilizamos términos provenientes del latín y el griego para expresar matices y tecnicismos, ¿cómo harían los hablantes de dichas lenguas para expresar esta misma riqueza léxica y de matices en sus propias lenguas? Si al utilizar fisis y naturaleza entendemos dos cosas ligeramente distintas por sus matices asociados a dos lenguas distintas, dentro de lo que cabe su tradición cultural, y con ello lingüística, filosófica, científica y literaria, ¿cómo podrían expresar esto mismo, por ejemplo, los griegos, que solamente tienen una palabra para expresar lo que los españoles tenemos, técnicamente, dos (y ni se diga del inglés), con naturaleza

En la lengua española podemos decir naturaleza o fisis, aunque fisis se considere bastante técnico y no se espera que una persona con un nivel básico de español, o nativos de español que no están especializados en contextos técnicos donde se utilice deliberadamente esta palabra, entienda qué significa (salvo que tenga formación en griego y latín, o filología, claro). En inglés, se puede utilizar physis, wild, wildlife y nature. La cantidad de palabras sube a cuatro. ¿Cómo podrían expresar estos distintos matices los griegos, que solamente tenían una palabra (o una sola documentada) para lo que es 'naturaleza' en sentido semántico: φύσις?

¡Claro que tendrían una solución para ellos! La lengua griega, especialmente la griega clásica y koiné, aunque también la moderna en bastante grado, es especialmente destacada en inventar neologismos con base en sus propios lexemas. Es así como nació la palabra filosofía, que fue inventada por Platón, dado que antes de él, deliberadamente la 'filosofía' como palabra, mas sí como concepto, no existía. 

Así que si se quisiera expresar matices de lo que tenemos en español, bastaría con dar una definición clara y específica de ambas palabras que difieran en matices para así poder traducirlas de manera precisa al griego antiguo. Si se definiera 'naturaleza' de la siguiente manera:

Naturaleza. f. La realidad 'per se' de todas las cosas presentes de la realidad empírica y palpable. 

Y 'fisis' de la siguiente manera:

Fisis. f. Las propiedades inherentes de las cosas presentes en la naturaleza, o las propiedades inherentes de la naturaleza misma. 

Entonces podríamos distinguir claramente de dos conceptos, aunque relacionados, distintos por definición. Así, en griego antiguo podríamos utilizar adjetivos para poder distinguir lo que es 'naturaleza' de 'fisis'... ¿Pero y si esos adjetivos se convierten en matices aun más específicos de lo que podría definirse en el concepto propio de esa palabra utilizada en español? Es decir, si se usara en griego antiguo algo como φύσις + {adjetivo}, ¿esa misma combinación, {φύσις + {adjetivo}}, no podría ser usada, a su vez, en español, como el matiz más específico de algo de 'fisis'?

Con ello, en griego antiguo, se tendría que traducir cada vez más los conceptos que se adopten en español provenientes del griego antiguo, llevando a que las traducciones del griego antiguo de conceptos que utilizan palabras provenientes del griego antiguo en español se conviertan en una espiral infinita de traducciones, que las volvería cada vez más engorrosas, haciendo que cada vez más sean más engorrosas e imposibles

La posible solución

Considerando que el problema es específicamente este, ya explicado el contexto: "Al traducir palabras de matices provenientes del griego antiguo que se usan en español al griego antiguo mismo, estas traducciones, utilizando la fórmula de {palabra + {adjetivo}}, podrían también, fácilmente, convertirse en matices utilizados en la lengua española de nuevo."

La posible solución que he logrado contemplar en el tiempo que le he dedicado a reflexionar sobre esta problemática es la siguiente: No se deben utilizar de manera deliberada las palabras que resultan de traducción de conceptos en español, conceptos que usan palabras griegas para matizarse, del griego antiguo, pues esto provocaría un innecesario esfuerzo para el griego antiguo de traducir conceptos que, con otros adjetivos sumados a los adjetivos utilizados yuxtapuestos a algún sustantivo necesarios, convertirían la traducción en una jaqueca y una espiral de palabras rebuscadas para poder matizar traducciones adoptadas al español. Algo como que si de {palabra + {adjetivo}}, al ser {palabra + {adjetivo}} adoptada al español como un matiz de {palabra}, entonces la traducción al griego antiguo de (ESP: {palabra + {adjetivo}}) tendría que, para distinguirse, ser algo como {{palabra + {adjetivo} + {adjetivo}}}, y si éste, {{palabra + {adjetivo} + {adjetivo}}}, fuera, a su vez, adoptado al español, entonces habría que hacer otra traducción con la misma forma: {{{palabra + {adjetivo}} + {adjetivo}} + {adjetivo}}. Es, evidentemente, una espiral sin límite. Ahí precisamente está la solución...

La solución es limitar el 'secuestro' de traducciones, para hacerlas pasar como matices, de palabras que puede tomar el español del griego antiguo. Hacer que si una traducción de un matiz en español, que está matizado y distinguido precisamente por utilizar una palabra de origen griego, sucede en griego antiguo, y esta utiliza adjetivos para distinguirse y matizarse dentro de ese sistema (el del griego antiguo), cuando en español se distingue utilizando palabras de otros orígenes etimológicos, entonces el español no puede tomar esa traducción y adoptarla como un matiz de manera deliberada. Esa traducción se debe mantener como eso, una traducción, y funcionar como una traducción en el griego antiguo. Así, lo que sería naturaleza, o fisis en español, se podría traducir al griego antiguo utilizando φύσις + adjetivo, o φύσις sola. 

Conclusión

Este tipo de problemas surgen por una espiral de traducciones potencialmente utilizadas también como re-matizaciones de conceptos. Para ser francos, resulta prácticamente imposible que una traducción que pretende traducir un matiz dentro de otra lengua pueda ser utilizada a su vez como otro matiz en la lengua de la que se traduce ad infinitum. Eventualmente se llegaría a un límite donde no tendría sentido adoptar esa traducción como un matiz porque se convierte en una matización excesiva de conceptos que de por sí solos ya deben abarcar bastantes significados. 

Pero definitivamente se trata de un problema entretenido de semántica de las traducciones, y de cómo la relación entre lenguas modernas y lenguas clásicas o patronímicas a veces pueden resultar conflictivas por el mismo hecho de que suele ser el caso que la lengua moderna adopta palabras de su lengua patronímica (en el caso del español, el latín y el griego) para expresar matices o conceptos más especiales para los cuales una palabra específica y clara todavía no existe. Es a lo que se conoce como neologismos grecolatinos. Incluso existen neologismos híbridos, que utilizan una raíz del griego + una raíz del latín para resultar con una palabra nueva y un concepto nuevo (como televisor). Pero eso es asunto para otro tema. 

Se debe tener cuidado al no imponer límites en traducciones cuando dos lenguas tienen este tipo de relación, relación del estilo madre - hija: Lengua madre y lengua hija. 

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