La capacidad que tienen las lenguas modernas de crear nuevos conceptos

 Recientemente estuve pensando respecto a la capacidad que tienen las lenguas modernas, sean romances, sean germánicas, pero al final las lenguas modernas como las lenguas que se hablan por la mayoría de las personas en sus territorios y sus países, de crear conceptos nuevos con base a extranjerismos o palabras patronímicas es impresionante. Básicamente, tomando por ejemplo en toda la entrada al español y al inglés, se puede crear cualquier tipo de palabra para cualquier tipo de concepto con base a extranjerismos, palabras de otras lenguas que tienen un significado más preciso para lo que se quiere expresar (como tsunami, del japonés), o palabras patronímicas, como el griego y el latín, que son las lenguas madre de la mayoría de las lenguas europeas dada la fuerte e innegable influencia que estas dos lenguas han tenido en todas las lenguas europeas.

Pero también estuve pensando cómo algunos conceptos que en las lenguas patronímicas (latín y griego) podrían ser simples traducciones de una lengua a la otra (latín → griego; griego → latín), en las lenguas modernas son palabras diferentes para conceptos distintos aunque en el sentido etimológico sí se consideren traducciones literales de alguna de las dos lenguas patronímicas a la otra. Por ejemplo, 'constelación'. La palabra 'constelación' viene del latín constellatio, que significa lo que ya se sabe que significa 'constelación'. Su traducción del latín al griego sería la de ἀστερισμός (asterismós), pero en español tiene un significado ligeramente distinto: Se trata de pequeñas figuras formadas que están dentro de constelaciones mayores o figuras que se forman con estrellas de otras constelaciones mayores, como el cinturón de Orión o el triángulo de primavera. Aunque en griego, la palabra ἀστερισμός sí signifique lo mismo que en latín significa constellatio, en español toman significados ligeramente distintos... Eso es algo que no sucedería si ambas palabras no hubieran entrado al español, y solo la griega, o la latina, fuera la palabra oficial o principal para referirse a las figuritas que formamos los seres humanos al observar la inmensidad del firmamento. 

Lo mismo podríamos decir de estas dos palabras que, en teoría, deberían significar lo mismo, pero en realidad, en español, adoptan significados diferentes: 'florilegio' y 'antología'. Son dos palabras que literalmente significan lo mismo si son traducidas, pero en español toman ligeros significados diferentes, aunque en gran parte sí se pueden usar como sinónimos (por la misma razón que ya mencioné). Mientras las antologías se refieren a colección de obras de un autor, de cualquier índole, los florilegios son casi exclusivamente referentes a obras literarias... Pero dado que se pueden confundir por antonomasia, se convierten en sinónimos en la práctica.

Y así se podría seguir hasta el cansancio, porque las lenguas modernas tienen la capacidad de que pueden tomar licencia de las palabras de las lenguas clásicas y patronímicas, darles la vuelta y a una traducción literal latín → griego asignarle dos significados diferentes, propiciando riqueza léxica que originalmente y purísticamente no existiría. En inglés sucede algo todavía más curioso, pues es la lengua donde más híbridos lingüísticos han nacido del latín y el griego, como la palabra 'televisión' o 'velocímetro' (inclusive en inglés está la palabra speedometer). También la palabra 'bicicleta', que en realidad, si fuera un purismo griego debería ser dicicleta, o si fuera un purismo latino debería ser velocípedo (como ya sucede en francés). 

No solo eso. El inglés, al ser una lengua germánica, tiene también la capacidad de juntar palabras de su propio repertorio de palabras germánicas y juntarlas para crear nuevas palabras con nuevos significados a partir del contraste de las dos palabras que forman a la nueva palabra, como por ejemplo nightmare o blackout. Como estas, hay muchísimas más que se pueden investigar e incluso crear las propias artesanalmente tomando las raíces adecuadas y en el contexto adecuado. Es una de las habilidades más admirables de la lengua inglesa, pues es el mismo principio que tomaron los griegos clásicos para crear las tantas palabras que hoy damos por sentadas, pero que no existirían si algún griego no las hubiera creado (como 'filosofía' o 'matemática').

Las lenguas clásicas ya no podrán crear tantas nuevas palabras al mismo ritmo en que lo están haciendo las lenguas modernas porque no tienen una misma lengua patronímica que no se interpone de manera constante en el habla cotidiana, permitiendo que los términos técnicos suenen técnicos y abarquen nuevos significados, ya que las lenguas clásicas solamente contaban con ellas mismas y sus versiones arcaicas, y alguno que otro calco de lenguas vecinas. Es decir, al ser de las primeras lenguas habladas por civilizaciones, en este caso europeas, no tienen una lengua patronímica tan fuerte y con el mismo impacto como sí sucede con el francés, el español, el inglés, el alemán o el italiano. El griego clásico todavía puede crear nuevas palabras si los eruditos y estudiosos del griego clásico lo siguen manteniendo vivo y con una actividad de génesis léxica tradicional y no excesivamente moderna. El latín es el más limitado, ya que no tuvo el tanto poder que sí tiene el griego clásico de crear nuevas palabras (de ahí una de las razones por las cuales los romanos adoptaron tantos helenismos para referirse a conceptos científicos o filosóficos cuando su propia lengua, el latín, no tenía un término tan adecuado como sí lo tenían los griegos). Aun así, fue gracias al latín que el griego se difundió mucho más por toda Europa, ya que fueron los romanos quienes fueron cautivados por las artes y cultura griegas que decidieron enseñar esos valores como los excelentes en todos sus territorios, en las clases altas y las élites. 

Esta capacidad de las lenguas modernas es una capacidad que debe ser explorada y explotada con moderación (μεσότης) y virtud (ἀρετή), por lo cual no se deben crear palabras porque suenan bien, porque tienen lógica o sencillamente porque "suenan intuitivas", aunque pueda sonar práctico y tentador al principio. La génesis léxica se debe hacer tomando en cuenta verdaderas raíces de palabras en lenguas patronímicas o de la lengua de donde se estén tomando, considerar el significado de esa raíz, el contexto en donde ha sido usada realmente cada raíz y mezclándolas de manera que correspondan con su propia lengua, y no con lenguas cruzadas de manera indiscriminada (como el inglés sabe muy bien hacer). Aun así, hay ocasiones donde un término más adecuado y más sonoro no es posible, por lo que hibridar palabras sería la única solución, pero estos casos son realmente extraños. 

No obstante, por este consejo, la práctica angloparlante de crear palabras híbridas o extra-híbridas (extra-híbridas = inglés + latín o griego) no va a cesar, y va a continuar siempre que haya alguien que lo haga.

Comentarios

Entradas populares