Las lunas de Urano.

 Las lunas de Marte se llaman Fobos y Dimos (o Deimos, según otro error histórico, pero igualmente arraigado). Las lunas de Júpiter se llaman se acuerdo a la mitología romana: Ío, Europa, Ganímedes y Calisto (en realidad son muchas más, pero las tradicionales son esas). Las lunas de Saturno son: Mimas, Encélado, Rea, Titán, Dione y Jápeto. Todas, de nuevo, corresponden a parte de la mitología romana. La mayor luna de Neptuno es Tritón. De nuevo, una vez más, viene de la mitología romana. Y después tenemos a Urano, y sus lunas, que no tienen nada que ver con la mitología griega, aunque el planeta sí recibe su nombre de esta mitología. ¿Qué? ¿Por qué romper con la tradición y la coherencia?

Esto no significa que sea inválido llamarlas así, pero es extraño y definitivamente rompe con la coherencia establecida de que la mayoría de los astros cercanos a la Tierra tendrían que llevar nombres atribuidos a la mitología grecorromana. Romper con eso sería romper con una tradición, y sencillamente rompe con la coherencia.


Es algo parecido al tema que hablé hace unos días acerca de las letras griegas y sus polémicos nombres en inglés y en francés. Es un tema del cual puedo sacar mucho de qué hablar, en especial para dar una opinión y alguna que otra conclusión.

¿Qué pasa con las letras griegas μ, ν y υ? 

El problema con estas letras, tal como dije en la anterior entrada, es que su nombre no refleja la realidad etimológica en su escritura. Este problema seguro viene de alguna imprecisión, o alguna variación que rompía con la coherencia, en algún momento durante la Edad Media o el Renacimiento en el idioma francés. Teniendo en cuenta que muchas influencias que tiene el inglés vienen del francés, no es raro que seguramente este sea un caso más de eso. 

Para poner un poco de contexto, porque seguro sonaría algo descabellado (aunque esto ya lo expliqué en la anterior entrada), la letra u en francés no se pronuncia como nuestra u, y mucho menos como la u en el inglés, que de por sí puede variar mucho dependiendo de la palabra. Inclusive, la forma en que esa letra se pronuncia por sí sola tiene que ver con cómo intentaban igualar la pronunciación de esa letra en francés. En francés, la letra u se pronuncia con el sonido [y], un sonido que se consigue, en una explicación didáctica, pronunciando una i, pero redondeando los labios. Básicamente, casi como pronunciar una i y una u al mismo tiempo (de ahí que en inglés, muy seguramente, esa letra se pronuncie como el diptongo /j͜u/). 

Como el sonido que tiene la letra u, en francés, viene a ser básicamente el mismo que tiene la letra ypsilon en griego clásico, aunque no en griego moderno, no sería raro que algunos escribas franceses intentaran adoptar el sonido de esta letra en su escritura, como una especie de particularidad para la precisión en la pronunciación (aunque olvidándose por completo de las demás palabras, que sí las escriben con "y"). 

También es posible, aunque eso es más especulación, que en alguna fuente tipográfica o forma de tipo de letra durante la Edad Media o el Renacimiento, la letra Υυ (la ypsilon griega), se escribiera más como una u tanto mayúscula como minúscula (de hecho, es apreciable que la ypsilon minúscula tiene un parecido con la u latina, aunque no tengan nada que ver. Sí, la ypsilon griega da origen a la letra Yy latina y la letra Uu latina, pero respecto a etimología y escritura de transcripciones no tiene nada que ver).

La letra ypsilon en mayúscula según el Etymologicum Magnum, un texto bizantino.

Se puede apreciar, directamente, que la letra griega ypsilon en mayúscula tenía un cierto parecido a la V mayúscula. Esa letra, a su vez (la V mayúscula) da origen a la Uu en latín, y por ende en todas las lenguas romances. Esto significa que es probable que los escribas franceses de aquel tiempo hubieran tomado inspiración de esta forma de escribir la letra ypsilon, y por eso en francés se haya quedado el nombre para las letras griegas μυ, νυ y ὐψιλόν respectivamente como mu, nu upsilon

Así, tras años de historia y de tradición que fue adaptándose en el contexto francés, pasa al inglés, donde conserva las mismas formas, a pesar de que en ambos idiomas, técnicamente y manteniendo la coherencia, debería ser my, ny ypsilon. Esto, realmente, podría ser una forma de explicarlo, pero aun así no termina de justificar la incoherencia de la aparición de esta letra según la transcripción latina en muchas otras palabras. Es un fallo o una falta de coherencia que nació en algún punto de la historia, muy seguramente aquí, y que ignoró otros factores, manteniendo una forma rara e incoherente respecto al resto de las formas transcritas de palabras griegas en lenguas romances (y el latín). Para colmo, en latín ni siquiera se escriben con u estas letras. Directamente se mantiene la coherencia que menciono: my, ny & ypsilon

Incidencia en otras disciplinas no tan interesadas en la filología clásica o la fidelidad etimológica.

A consecuencia de este error perpetuado, que muchas veces ni siquiera es interpretado como error, sino como una simple curiosidad histórica, y viene a serlo, pero sin dejar de ser un error (que en muchos casos tendremos que aceptar para el resto de los tiempos), en muchas disciplinas algo "alejadas" de la filología clásica se mantiene esta escritura errática. Es el caso de las ciencias, que, inclusive en español, escriben o pronuncian μ como mu (¡esto sí que es un error intolerable!). Por eso encontramos en física de particulas que el muón es mu y no mi o my, es decir, no es 'mión' (que admito que podría ser malinterpretado) o 'myón'. Debería ser así si se fuera coherente con la etimología y la filología, pero a pesar de todo, no es así. En la propia Wikipedia inglesa se puede dar cuenta que se prioriza la forma mu sobre la forma my porque en inglés ha sido tradicionalmente mu, y no my

Y esto no solo aplica para la letra 'mi' griega (Μμ), sino también para la letra 'ni' (Νν) y la letra 'ypsilon' (Υυ), que en inglés (y en francés, como ya se ha mencionado varias veces) se escriben con 'u'. Por eso no extrañaría que en otros ámbitos de la misma ciencia se llegue a encontrar estos nombres con la letra 'u' y no con la letra 'y', que es la que en realidad debería corresponder (y por lógica en la transcripción, debería ser 'i' en español). 

Así, lo único que se puede hacer es aceptar esto, pero aceptarlo como un error que no va a cambiar, porque está arraigado en los cimientos de estas lenguas desde la Edad Media o el Renacimiento, y eso es algo que directamente, podríamos decir, es imposible de cambiar. En otros ámbitos más cercanos a la filología, se recomienda, de verdad, respetar la lógica de las transcripciones, es decir, la forma que realmente deberían haber tenido esas letras en inglés y en francés. 

Debo comentar que seguramente este error se sigue impartiendo en la educación de países donde estos idiomas se hablan. Es decir, que al momento de enseñar el alfabeto griego, los educadores, que hablan alguno de estos dos idiomas, incurren en el error de enseñarlas como mu, nu o upsilon, sin enseñar las variantes más fieles de acuerdo al latín y la transcripción coherente y tradicional de palabras grecolatinas. 

La forma minúscula de ypsilon (υ) no es una 'u' minúscula.

He observado que muchos de los que defienden o no conocen la realidad de esta letra piensan que la ypsilon minúscula es en realidad una 'u' minúscula estilizada. No. Esto es un error que deja ver la falta de conocimiento acerca del tema. En realidad, el equivalente a la ypsilon minúscula en el alfabeto latino sería 'y', nunca 'u', porque para eso tendría que haber sido 'ου' en griego, no 'υ'.

Posible conclusión.

Una posible conclusión a todo este desorden y falta de coherencia es admitir que se trata de errores que difícilmente cambiarían, en especial considerando que en círculos científicos, el interés es más por los conceptos que representan las letras griegas, que su coherencia o lógica etimológica. Es decir, pocas veces a los científicos, a los físicos y los astrónomos, les interesa saber cuál es la historia detrás de las letras griegas, mientras estas sirvan y tengan un nombre reconocible y distinguible, es suficiente. Ellos no se andan con ciertas 'complicaciones' acerca del nombre o la escritura correctas de una(s) letra(s). Son solo letras con funciones simbólicas y ya está. Por ende, el cambio en este ámbito es prácticamente un caso perdido, pero no lo es en otros ámbitos. 

Fuera del ámbito científico, hay un lugar donde se puede impartir consciencia acerca de la verdad de estas letras. Es decir, enseñar que en inglés y en francés, la manera de escribir estas letras está, técnicamente, mal. Es una mala costumbre que adoptaron seguramente gracias a un error de algunos escribas, muy seguramente franceses, y que se mantuvo porque así es como se fue transmitiendo. Así, se podría hacer que más gente entienda que si se mantienen en la ciencia es más por costumbre que porque 'así es como se escriben, después de todo'. De todas formas, un error similar, pero más tolerable, sucede con las consonantes aspiradas (φ, θ, χ). 

Digo que es más tolerable porque, directamente, en el latín eclesiástico ya se pronunciaban de la forma en la que, inclusive en español, se pronuncian en inglés y en francés. Es algo que ya hasta hace parte de las lenguas romances, el inglés y el latín. No es tanto un error, sino la evolución natural de las lenguas. Lo que sí es un error, pero que es medio tolerable entendiendo el trasfondo, es lo que estoy comentando aquí, sobre las letras μ, ν y υ. Su incorrecta transcripción no hace parte de la evolución natural de las lenguas, pero sí de un error, como ya he mencionado, en la escritura del nombre de estas letras en algún punto de la historia.

Así, la solución es mirar el contexto en el que se está y entender el trasfondo de todo el desorden que se presenta cuando se trata de estas letras. Entender, también, que en muchas disciplinas, aunque tengan nombres de origen griego o latino sus términos, no entienden a profundidad, bien sea porque no les interesa o porque no es su objetivo saber el trasfondo de los términos que usan (aunque siempre deberían), su formación, significado original y evolución. Es por eso que, fuera del error de mu, nu y upsilon, existen otros como el de 'poliamor', o 'televisión'. 

Es por eso que, tal como las lunas de Urano, que siguen una convención distinta a la ya establecida, la forma de escribir estas letras, aunque tiene margen para ser escritas de una manera reivindicada, respetando la forma en la que  deberían estar escritas, es una 'excepción' errática, pero curiosa, a la norma. 





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